Luis Estrada es un director famoso por sus múltiples sátiras políticas y por cintas de alta calidad como "La Ley de Herodes" y "El Infierno". El director había estado muy silente en el gobierno actual, después de su buena sátira "La Dictadura Perfecta" que criticó duramente al gobierno pasado mexicano. Y mientras que muchos pensábamos que Estrada no realizaría un filme en este gobierno, pero finalmente estrenó en cines, hace un par de meses, ¡Qué Viva México!" y esta semana en Netflix.
En esta ocasión, la sátira política toca más los temas de división social y de polarización que hoy tenemos en México, así como el clasismo y racismo desde un punto de vista cómico. Una premisa un tanto sencilla, con la historia de Pancho Reyes, que se superó y salió de su pueblo para trabajar para un jefe gandalla, mientras él y su familia aspiran a ser de clase alta (¿Parece el Mexican Dream, no?) y buscan a toda costa pertenecer a esta vida de "ricos". En eso, la familia de este personaje, interpretado por Poncho Herrera, reaparece para indicarle que su abuelo ha muerto y él, en ese afán de dar el salto a la clase alta, busca a toda costa saber que herencia le ha dejado su familia minera.
Y así, con enredos típicos de las cintas de Estrada, más críticas y referencias duras al gobierno actual, ¡Qué Viva México! es un ejercicio satírico que, aunque tiene el mensaje correcto, no lo lleva de la mejor forma. Pero vamos más a detalle:
Una crítica interesante, un mensaje prometedor y una ejecución atropellada
Cuando una cinta dura 3 horas, esperas que esas 3 horas se justifiquen bien. Desafortunadamente, en esta cinta, la trama no nos da para justificar una duración tan larga como en su momento justificó la duración de "El Infierno" que, a pesar de llegar a las casi 3 horas, fue una cinta tan bien llevada que hizo mucho sentido. Aquí, la trama da tantas vueltas y pasa por tantas situaciones, que en momentos pierdes un poco el hilo de la historia, sin contar que cuenta con un número de personajes repetidos (Alcazar interpreta a 3, Cosío a 4) que aunque aportan a la trama, de repente sientes que es poco realista o de plano forzado.
Y mientras que, como dijimos, el mensaje es brutalmente necesario (Más con la sociedad actual) se pierde un poco ante tantas situaciones y cosas sucediendo pero al final toma fortaleza con situaciones bien llevadas que dan sentido a la crítica general de la película: El Clasismo y el gringuismo. Una metáfora a la que sin lugar a dudas le sobra una hora.
En el aspecto técnico tiene poco que destacar pero muy poco que criticar. No hay un tema necesariamente sobresaliente como para juzgarlo a lado de otras obras de mayor calidad, pero tampoco busca destacarlos. Punto y aparte el gran trabajo de ambientación que en todo momento dibuja una realidad muy triste para la familia de Pancho Reyes y que logra capturar los contrastes sociales en dos realidades que parecen sumamente distintas.
Algo que Estrada hace muy bien es capturar situaciones realistas mexicanas y aquí, aunque exagera un poco, no deja de atinar en la sensación que te produce la cinta, además de que logra dibujar bien a cada personaje de la película, con situaciones que sí pueden ser similares para la sociedad.
Y sí, el principal pecado de la cinta son sus 3 horas de duración, en las que en muchas ocasiones, sentimos que los personajes ya están pasando por cosas muy de relleno para darle un poco más de giros a la trama.
Buen trabajo actoral, normal en cintas de Luis Estrada
Algo que dificilmente sucede en cintas de Luis Estrada, es tener malas actuaciones. Aquí, como en sus demás películas, todo el elenco logra capturar la esencia de sus personajes por menor que sea el tiempo en pantalla. Mientras que Poncho Herrera logra hacer un buen papel, Alcazar logra darle matices diferentes a sus 3 papeles, logrando diferenciarse entre uno y otro, aunque un tanto forzado con el Padrino Reyes. De ahí en fuera, el mejor trabajo actoral se lo lleva directamente Ana de la Reguera, quien logra interpretar con maestría a Elena Reyes, un personaje que ilustra perfecto el aspiracionismo actual mexicano.
Y así, el resto del cast tiene buenas participaciones y logra sentirse bien, excepto con Joaquín Cosío, que en esta ocasión se siente medianamente mermado y que no logra matizar cada papel distinto que trabaja.
Veredicto Final
¡Qué Viva México! es la cinta más flojita de la filmografía de Luis Estrada. Mientras que sorprende que haga una crítica tan directa al gobierno actual, la película tiene una excesiva duración y muchas situaciones inverosímiles que estorban más de lo que aportan. Si bien, su mensaje si funciona dentro de nuestro contexto actual, la ejecución es muy torpe y atropellada, sobre todo para un cineasta con la experiencia que Estrada tiene.
Y, aunque la cinta parecía distinta desde los tráilers, ¡Qué Viva México! es una cinta que se asemeja mucho al mensaje que Estrada dio en "Un Mundo Maravilloso" pero llevado al límite con una situación todavía más complicada. Y es ahí donde termina por perderse. La cinta merece un 6 que podría ser un 5.5. Torpe, pero con un buen mensaje, ¡Qué Viva México! es un ejercicio fílmico interesante pero que se queda corto.