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  • Foto del escritorAlan Tacoman

Melancolía y Duelo. Review But Here We Are de Foo Fighters


Hace más de un año, un 25 de marzo nos llevábamos una de las noticias más dolorosas de la historia de la música: El gran Taylor Hawkins dejaba el plano terrenal. Ante la tragedia, el futuro de los Foo Fighters se veía comprometido. Después de un tributo asombroso, pensábamos que la banda dejaría los escenarios pero el show siempre debe continuar. Un año después de la partida de Taylor, la banda liderada por el profe Dave Grohl presenta un nuevo material lleno de melancolía y tristeza, aunado a la partida de la madre de Dave Grohl, tan solo unos meses después de la de Hawkins.


Con But Here We Are, la banda norteamericana presenta uno de sus materiales más oscuros pero a la vez más personales, con letras que reflejan perfectamente el sentimiento de duelo. Un pasaje que en 10 canciones te lleva por varios caminos hasta llegar al final, el poder aceptar el descanso de alguien.


Algo admirable de este material es que Dave Grohl grabó absolutamente toda la parte de batería del disco. ¿Estamos ante el mejor disco de la banda? No sabría decirlo, pero pienso que sí es uno de sus trabajos más sobresalientes y diferentes. Un sombrío pero hermoso trabajo que voltea con nostalgia al primer disco pero que logra mostrar la evolución de tantos años que ha tenido esta banda.


Desde el primer tema "Rescued", la banda pisa un terreno bastante similar al que siempre ha pisado, con ritmos que siempre ha acostumbrado y emulando un poco a canciones como My Hero y Congregation, con otro power song como "Under You" mantiene ese sentimiento que nos ha impactado durante tantos años. Posteriormente, el disco pisa terrenos menos comunes emulando un poco del grunge de Nirvana con "Hearing Voices", una canción más diferente a lo que han realizado previamente y con un gran riff acústico de inicio.


De ahí, el disco empieza a tomar terrenos más comunes con la melódica y triste "But Here We Are" que muestra el sentimiento general del material y pasa a "The Glass" que me recordó mucho a "In the Meantime" de Spacehog. La tristeza sigue pero más fuerte con "Show me How" y "Nothing at All", canciones donde incluso la voz de Dave se nota desgarrada y con un sentimiento que aunque siempre ha mostrado, jamás lo había logrado de tal manera. El cierre se siente bien con "Beyond Me" y "The Teacher", ambas canciones que explotan el lado melancólico a flor de piel y van acercándonos al ejercicio de duelo más fuerte del disco.


"Rest" es una de las canciones más fuertes que he escuchado en un buen rato. Una carta de amor de Dave a sus seres perdidos y una terapia personal a aceptar que el descanso a veces es la mejor respuesta. Una canción que brilla por ser la canción más personal de un disco sumamente íntimo y algo como lo que jamás habían hecho los Foo Fighters. Una canción que cierra perfecto este ejercicio lleno de melancolía y duelo.


"But Here We Are" es un disco difícil de procesar pero a la vez, uno de esos discos que se quedan en ti por un buen rato. Si bien es sombrío y es complejo, la calidad de la banda ayuda a digerir por completo su mensaje y entender con ellos todo este proceso tan complicado que han llevado. Como mencionaba arriba, es difícil rankear este trabajo vs otros de sus grandes materiales, más por las canciones de estadio a las que tanto nos acostumbraron. Aquí realmente no veo tanto esa necesidad de tener una canción de estadio, con la excepción de "Rescued", pero sí veo un trabajo 100% personal que sin duda nos da uno de sus mejores trabajos en años. Si bien, en espectacularidad no hemos tenido un álbum poderoso desde "Wasting Light" en calidad me atrevo a decir que desde entonces, no teníamos un disco tan redondo de la banda.


"But Here We Are" es el duelo encarnizado de la banda, el recuerdo de su trayectoria y la certeza de que viene un nuevo comienzo. Una nueva era que, al menos con este material, ha comenzado de manera muy alentadora. Un highlight en la carrera de la banda y una hermosa carta de despedida para Taylor.


Un material muy recomendable que merece la pena escuchar, más porque nos muestra que una canción de amor no siempre va dirigida a una pareja. Una muestra que la música puede escribirle a un amigo con tanto amor como a una pareja, que la música también es terapéutica y que te ayuda a superar. Una muestra perfecta que la música es la medicina perfecta.


















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