Esta semana pasamos por muchas situaciones, contando desde la noticia de la muerte del ídolo Chabelo, hasta locuras colectivas por festivales excesivos, la cancelación de un concierto por lluvia y más. Me atrevo a decir que la pasada semana es probablemente la semana con más conciertos en la historia de la Ciudad de México, además de los otros tantos que se dieron parte en diferentes ciudades del país. Una semana muy musical.
En otros ámbitos, la empresa norteamericana WWE tuvo su magno evento anual y probablemente, el evento más grande de la lucha libre: Wrestlemania. En su edición 39 ahora a nivel festival, con dos días de lucha, Wrestlemania fue un claro ejemplo de lo bien que los gringos hacen eventos espectaculares. Con una escenografía icónica, drama encarnizado en un 90% de sus luchas y un evento estelar que casi provoca quemas colectivas, la WWE se apropió de buena manera de la agenda deportiva y de entretenimiento este fin de semana. Más cuando, en una sorpresa, se anunció la compra de la empresa a Endeavor, empresa dueña de UFC.
Si bien, es probable que nada cambie ante esta compra, es sin duda un parteaguas después de un evento que tuvo varios pases de antorcha y momentos sublimes, como el del mexico-americano, Rey Mysterio, al ser inducido al salón de la fama...y darle cinturonazos a su hijo ante los ojos de millones.
Para todo fan de la WWE, es claro que este fin de semana representa el fin de una era. En muchos aspectos. Pero sin duda, una era que comenzará interesante ante toda la especulación de la empresa que maneja el negocio de la lucha libre a nivel mundial. ¿Algún día en México tendremos esa calidad de espectáculo? Difícil, más no imposible.
Pero volviendo al terreno de espectáculo, Ceremonia (Axe Ceremonia, como ahora le llaman) presentó una edición más con un cartel bastante atractivo en dónde resalta el regreso a México de la Rosalía y de Travis Scott, rapero famoso por no frenar la locura colectiva desbordada durante un concierto en EUA, en el que muchas personas murieron aplastadas al cantar su tema "Sicko Mode".
Y evidentemente no asistí al concierto. Pero asistí de una manera especial: Mediante a las stories de la gente. Desde Pal Norte, hasta Ceremonia, pude observar cada paso y a cada banda. La experiencia compartida hace que los sucesos lleguen a todo mundo sin necesidad de querer verlos. Lo que me hace pensar que realmente se disfrutan menos los conciertos. Vamos, no se los relato desde una superioridad moral, yo lo hice en el vive latino, pero me parece que se vuelve una experiencia en sitio muy molesta.
¿Qué tanto estamos realmente disfrutando el acto que tenemos en frente? Llego a pensar que esos videos se perderán en un celular que el día de mañana será obsoleto. Creo el tema de stories es una pequeña manía que estamos desarrollando de mostrarle al mundo en dónde estamos y qué estamos haciendo. Digo, todos somos víctimas de esas necesidades que realmente no son necesidades.
Pero ahí lo chido de esto es el chisme. Somos una sociedad bien chismosa. Durante el pasado miércoles, las lluvias torrenciales hicieron que el concierto de Billie Eilish, artista que está teniendo un boom extraordinario, se cancelara. Y miles de los que no fuimos, queríamos saber todo alrededor de este concierto. Y gracias a esa necesidad, pudimos ver hasta parte del setlist acústico que, en una acción extraordinaria y sumamente empática, Billie Eilish interpretó algunos de sus temas para respetar el tiempo y esfuerzo de la fanaticada. Una acción que, en mi libro, separa a Eilish del resto.
Una situación que desbordó en memes, chistes y demás, pero sobre todo en el caos colectivo. Terminado esto, el concierto se movió a un día después. Resalta que ese día, tan solo en el área cercana al Foro Sol, se llevaban a cabo 4 conciertos más. Eso sumado a que en la ciudad habían otros 4. Y bueno, en lo que parecía un día más que caótico, lo fue pero en menor medida. Y vamos, de menos la lluvia torrencial no afectó el buen espectáculo de Eilish, ni el show de The 1975 en el Palacio de los Deportes.
El exceso de festivales hace que se junten dos en diferentes ciudades, resaltando que Pal Norte contaba con uno de los carteles más completos de los últimos años, mientras Ceremonia cuenta con actos más "underground" pero con hitazos como el regreso de la Rosalía, que demostró porque es uno de los mejores actos globales hoy en día.
En fin, creo podemos darnos cuenta que somos una sociedad muy chismosa cosa que tampoco es queja y que los conciertos ya no se están disfrutando como antes. Todo esto me hace pensar que en un escenario como el de la cinta Cloverfield, creo tendremos varias tomas de los sucedido. Ahora entiendo perfecto a Hud...